Como preludio de las fiestas de la Virgen Blanca, cada 25 de julio, coincidiendo con la festividad de Santiago, se celebra en la capital alavesa el emblemático Día del Blusa y de la Neska.
Las cuadrillas vitorianas («blusas» las de ellos y «neskas» las de ellas) se visten con una blusa oscura, abarcas y pañuelo al cuello.
Antiguamente, los grupos de amigos se reunían para acudir a las corridas de toros y comenzaron a utilizar las típicas blusas de los trabajadores para no mancharse. Posteriormente la vestimenta cambió, adoptando la ropa tradicional de los campesinos vascos.
Los blusas y neskas visitan el cementerio y realizan una ofrenda floral a los blusas vitorianos. Uno de los momentos álgidos del día lo constituye el desfile (paseíllo) que realizan alrededor de 25 cuadrillas de blusas y neskas por las calles alavesas (que repiten durante las fiestas de la Virgen Blanca) para acudir a la plaza de toros. Un blusa es el encargado de dirigir a la Banda Municipal en el Parque de la Florida.